El mundo digital nos ha dotado de avatares, pero no solo a los humanos. Hay otros seres, tan inertes como poderosas, que también han tenido que adaptarse, cambiando de forma y rompiendo las reglas de su propia Carta Magna, el
El mundo digital nos ha dotado de avatares, pero no solo a los humanos. Hay otros seres, tan inertes como poderosas, que también han tenido que adaptarse, cambiando de forma y rompiendo las reglas de su propia Carta Magna, el